Hoy el informe diario sobre datos del COVID-19 ha traído una sorpresa. Resulta que los datos que se proporcionaban a nivel nacional sobre ingresos en UCI y hospitalizaciones eran incorrectos. 20 días después de estar proporcionando el número de hospitalizaciones se han dado cuenta del error que estaban cometiendo pues los datos de tres CCAA (Madrid, C. Valenciana y C. La Mancha) expresan el número de hospitalizaciones e ingresos en UCI existentes en ese mismo día mientras que las otras 14 CCAA expresan el número acumulado. Por tanto, la sumatoria de las 17 comunidades es un número incorrecto.
Todavía no he salido de mi asombro ante semejante error. ¿Cómo es posible que nadie en el Ministerio de Sanidad ni en ninguna parte hayan advertido semejan error de bulto y que es perfectamente apreciable cuando los datos de hospitalizaciones en Madrid empiezan a ser negativos, algo totalmente imposible si se trata de acumulados? Como mínimo hace una semana se tenían que haber dado cuenta del error y aún así han persistido en el mismo. Así que o son unos absolutos incompetentes o nos han estado engañando. O las dos cosas (yo me inclino más por esto último pues ninguna de las otras dos opciones por aislado me parece verosímil). Para que luego se diga que "tenemos que confiar en lo que dicen los expertos"...
La cuestión es que con esta nueva información el análisis bastante optimista que estaba haciendo sobre la evolución del número de hospitalizaciones (que me parecía el dato más fiable) ya no es válido y hay que rehacerlo. Y, por desgracia, los datos ya no son tan optimistas. Hasta el día de ayer, la evolución del número de hospitalizaciones era la que muestra la gráfica. La subida del último día se podía achacar al efecto del fin de semana y no cambiaba sustancialmente la clara tendencia a la baja pues se pasaba de 4.500 hospitalizaciones diarias entre el 25 y el 28 de marzo a una media de menos de 2.000 en los últimos 4 días.
Sin embargo, con los nuevos datos, la evolución es positiva pero no tanto. Ahora es preciso analizar los datos en dos grupos de CCAA, en función de cómo presentan los datos. Primero vamos a observar la evolución diaria de hospitalizaciones de las 14 CCAA que presentan los datos de forma acumulada (línea azul) y luego observaremos la evolución de Madrid, C. Valenciana y Castilla La Mancha (línea roja).
En el primer grupo de CCAA, vemos cómo la tendencia desde el 28 de marzo es decreciente pero no es algo tan evidente como en la gráfica anterior. En la última semana, el promedio diario de hospitalizaciones ha sido de 2.144 mientras que en la semana anterior había sido de 2.600. El descenso es claro (-17%) pero ni mucho menos tan espectacular como el espejismo de los datos que hasta ayer ofrecía el ministerio.
En el segundo grupo, la bajada sí que es más importante con una tendencia mucho más clara, si bien hay que considerar en este grupo el peso que tiene la Comunidad de Madrid, una comunidad que había sido la que primero había visto colapsar su sistema sanitario y que ahora efectivamente está respirando un poco. Ahora bien, tampoco los datos de Madrid son para tirar cohetes, pues el descenso desde su pico de hospitalizaciones, hace una semana, ha sido del 13%.
Con estos datos de hospitalizaciones, podemos hacer una previsión de las personas que fallecerán en los próximos días, si consideramos que aproximadamente por cada 5 hospitalizados fallece una persona (al menos si nos limitamos a los datos de fallecidos oficiales, que sabemos que son muy inferiores a los reales). Si en las 14 CCAA que presentan los datos acumulados está habiendo una media de 2.000 hospitalizados diarios, esto implica que al cabo de unos días fallecerán en torno a 400 personas. A esto habría que añadir los datos de las otras 3 CCAA, que considerando el peso de Madrid en las estadísticas de COVID-19, al menos supondrán 200 fallecidos diarios (considerando 10.000 hospitalizaciones diarias).
Estos datos muestran que la curva se está doblando, pero que el descenso está siendo lento y parece que va a seguir siendo lento, sobre todo si tenemos en cuenta que vamos a recuperar la actividad productiva y que progresivamente se van a ir levantando restricciones.
Percibo una cierta sensación de optimismo puesto que “lo peor ya ha pasado”. Y esto es así y espero que no volvamos a cifras de 900 fallecidos al día. Pero me temo que estamos lejos de recuperar un mínimo de normalidad y que en los próximos dos meses pueden morir, como mínimo, otras 15.000 personas.
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